Por Dra.Vivana Morales Boffi  Col. 1722    Directora de VM Dental en Amposta y Roquetes

Cuando hablamos de odontología integral, estamos hablando de las áreas que involucran una rehabilitación en todos los aspectos de la salud bucal.

Los  pacientes acuden a la consulta dental por algún dolor, la falta de una pieza o  infecciones que comprometen y a veces bloquean el desarrollo de la vida normal hasta el punto de inhabilitarlo en su día a día.

El papel del odontólogo es realizar un examen exhaustivo intentando analizar no solamente el problema por el cual acude, sino también todo lo que sin que el paciente pueda llegar  siquiera a imaginar le está causando desarreglos en su salud general.

La boca integrada  en nuestro cuerpo y en relación directa con nuestro organismo, es en donde  comienzan o se detectan, en algunas ocasiones, muchas de las enfermedades con compromisos  para el mismo.

No solo nos ocupa un dolor agudo o una cara hinchada, si no  la repercusión que puede provocar en otras áreas de la salud.

Por regla general, la ausencia de una pieza dental que no involucra la  parte estética, pasa desapercibida, pero está provocando  una inestabilidad en el resto de las piezas que la rodean.

Unas manchas a nivel de la mucosa oral, podrían ser asentamiento para lesiones factibles de malignizar. O bien podrían despertar indicio de alguna enfermedad incipiente a nivel general.

Un sangrado persistente de las encías podría estar relacionado con algunos síndromes (conjunto de signos y síntomas) una visita de control odontológico es la clave para detectarlas.

Algunos medicamentos podrían estar afectando el funcionamiento normal y correcto en la cantidad de saliva del paciente que influye directamente en el barrido de los alimentos durante y luego de las comidas. O bien una deshidratación del esmalte que provocaría grietas o coloraciones indeseables.

La malposición y apiñamiento dental provoca una inestabilidad que a lo largo de los años podrían causar la movilidad y pérdida de cualquier pieza dental.

 Un cepillado correcto y a conciencia, nos libran de un porcentaje elevadísimo de problemas.  Muy importante es mantener una dieta equilibrada y libre de azucares refinados. La suma de estos hábitos, que deben inculcarse desde pequeños, es el punto fundamental de la solución de los problemas.

Los niños deberían ser visitados por el profesional  a partir de los 4 o 5 años. Pero es bueno saber,  que apenas vemos la aparición del primer diente debemos cuidarlo pasando una gasa sobre ellos aunque la ingesta sea solo láctea.

Cualquier infección o pérdida temprana  de dichos dientes traerán consecuencias sobre la dentición permanente. Los dientes temporales o primarios son tan importantes como los dientes definitivos.

Los profesionales de la salud bucal, debidamente autorizados, con una formación continuada, están para ayudar en las dudas que surjan.

 Los medios de comunicación  que hoy en día tenemos a nuestro alcance pueden darnos una idea cercana del problema, pero la elección correcta es asistir a un profesional cualificado que atienda nuestro caso en particular, sin fórmulas mágicas, haciendo un estudio exhaustivo y serio de la afección.