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Las enfermedades periodontales: una amenaza silenciosa para nuestra salud
La enfermedad periodontal es la patología más prevalente en el ser humano. En la última encuesta sobre Salud Oral en España se determina que entre el 85- 94% de la población española mayor de 35 años presenta algún problema relacionado con las encías. En concreto, sobre la periodontitis, en el informe pone de manifiesto que entre el 16-30% de los españoles mayores de 35 años tiene esta infección periodontal, alcanzando el grado de severa en el 5-11% de la población adulta.
Los expertos advierten que las consecuencias van mucho más allá la estética o de tener únicamente repercusiones en la esfera bucodental, sino que también son crecientes las evidencias que vinculan algunas enfermedades periodontales con el mayor riesgo de sufrir un evento cardiovascular, de diabetes o de controlarla peor, o de sufrir un parto prematuro.
En este sentido, durante la reciente celebración del Día Europeo de la Periodoncia, el secretario general de la Sociedad Española de Cardiología, Miguel Ángel García Fernández, resaltó la importancia de tratar la periodontitis como parte del manejo del paciente con riesgo cardiovascular, tal como señalan las guías europeas. Por su parte, el representante de la Sociedad Española de Diabetes, José Luis Herrera Pombo, señaló la gran relevancia de la salud periodontal en el control de los pacientes con diabetes, incluida la reducción de las complicaciones, mientras que el presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, José María Lailla Vicens, tras fundamentar la importancia del parto prematuro en España, apostó por la salud periodontal, evaluada de manera previa al embarazo, como elemento relevante en la prevención del parto prematuro.
Malas compañía
Al ser la periodontitis una enfermedad en la que la inflamación supone un aspecto trascendental, se ha relacionado con patologías cardiovasculares y endocrinas, como la diabetes, y también con problemas durante o en el resultado del embarazo. «En estos últimos años se ha producido un incremento enorme en los datos aportados por la investigación clínica y básica sobre la vinculación de la enfermedad periodontal y las enfermedades sistémicas», destaca el presidente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA), David Herrera.
En este sentido, la Federación Europea de Periodoncia está llevando a cabo una campaña informativa sobre la relación entre las enfermedades de las encías y algunas enfermedades sistémicas, como la diabetes, el parto prematuro o determinadas enfermedades cardiovasculares.
La factura de la crisis
Las enfermedades periodontales son patologías que afectan al periodonto, es decir, a los tejidos que sostienen a los dientes. Son patologías infecciosas, causadas por bacterias. Hay dos grandes grupos de enfermedades periodontales: gingivitis (inflamación superficial) y periodontitis (destrucción más profunda de los tejidos periodontales). Su prevalencia la convierte en la patología más frecuente en el ser humano, junto con la caries. En España, solo el 10-15% de los adultos presenta una encía sana, y entre el 25-40% presentaría la enfermedad más destructiva, la periodontitis.
Además, se advierte que la actual situación económica está suponiendo un retroceso en la adopción de medidas preventivas relacionadas con la salud periodontal, así como un retraso o abandono en la adopción de medidas terapéuticas. Aunque el 80% de la población opina que es importante acudir al dentista una vez al año para mantener su boca sana, solo acude el 43%; por ejemplo, la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012 observó que más del 55% de la población no había acudido al dentista en ese año. «Esto tiene graves repercusiones para la salud oral: los tratamientos son más sencillos y exitosos en las fase iniciales de la enfermedad, siendo el diagnóstico precoz importantísimo; por el contrario, cuanto más se retrasa el tratamiento, más avanza la enfermedad, más complejo es el tratamiento y más severas son las secuela», asegura David Herrera.
Algunas medidas básicas de higiene bucodental pueden ahorrar muchos costes y evitar problemas de salud posteriores. «Si conseguimos cepillarnos los dientes dos veces al día y utilizar seda dental o cepillitos interdentales, nuestro nivel de enfermedad bajará muchísimo. Se prevendrán así enfermedades como las de las encías, que suponen la presencia de gran cantidad de bacterias dentro de la boca, y eso aumenta el nivel de inflamación que tiene todo nuestro cuerpo. Al menos una vez al año, y si se puede, cada 6 meses, deberíamos acudir al dentista para que evalúe la situación, para que detecte si hay algún problema y solucionarlo rápidamente, y para conseguir así mantener nuestra salud a medio y largo plazo», afirma David Herrera.
Causas
Las enfermedades periodontales son infecciones causadas por bacterias situadas bajo la encía, en concreto, entre la encía y el diente. En la gingivitis, la acumulación de bacterias bajo la encía, organizadas en forma de placa bacteriana (ahora se denomina biofilm dental), conduce a la inflamación de los tejidos adyacentes. Siempre que haya placa bacteriana, habrá algún grado de gingivitis.
La causa primaria de la periodontitis también son las bacterias del biofilm dental. Sin embargo, para que la gingivitis progrese a periodontitis, son necesarios más factores (factores de riesgo), y que incluyen: factoresgenéticos (antecedentes familiares); ambientales: estrés, alcohol, sobrepeso y, sobre todo, tabaco; enfermedades del resto del cuerpo: diabetes, la osteoporosis, cualquier enfermedad que suponga una bajada en las defensas (inmunodepresión) o infecciones frecuentes por virus como el herpes; ciertos medicamentos: fármacos inmunosupresores, antagonistas del calcio para pacientes hipertensos, anticonvulsionantes, antiepilépticos o anticonceptivos orales que favorecen la inflamación y el aumento de sangrado de la encía; malos hábitos de higiene de la boca, junto con la ausencia de cuidados profesionales (revisiones, limpiezas de boca periódicas,…), y factores de la propia boca o de los dientes, como la presencia de dientes mal colocados, empastes desajustados…
¿Cómo prevenir y tratar?
La mejor forma de prevenir la periodontitis es mantener una correcta higiene oral para controlar los niveles de placa dental, pero en personas predispuestas, a pesar de una correcta higiene oral, puede tender a producirse la enfermedad. Por lo tanto, la higiene oral es un importante pilar de prevención de las enfermedades periodontales, pero no el único. Se debe acompañar de revisiones periódicas al especialista para que se pueda realizar un diagnóstico precoz de la enfermedad en caso de que se presente. Para controlar la placa bacteriana en la boca, disponemos de dos tipos de métodos: los mecánicos (cepillado, seda dental, cepillitos interdentales…) y los químicos (enjuagues, pastas de dientes…, siempre que cuenten con aval científico sobre su eficacia).
Por su parte, el tratamiento de las enfermedades periodontales tiene tres objetivos diferentes: Eliminar o reducir las bacterias productoras de la enfermedad; suprimir, reducir o modificar los factores que hacen que los pacientes sean más susceptibles a ésta, como el tabaco o ciertas alteraciones dentarias como las malposiciones, y crear las condiciones adecuadas para que la enfermedad se pueda mantener controlada a largo plazo.
En el caso de la gingivitis, explica Herrera, es necesario limpiar las bacterias que se hayan acumulado, mediante la eliminación de la placa dental y el cálculo dental (también llamado “sarro”). Este tratamiento, denominado profilaxis profesional (o “limpieza de boca”), lo realizan los profesionales odontológicos. Además, es fundamental explicar cómo se deben cepillar los dientes y encías para mantenerlos limpios, y que no vuelva a aparecer la gingivitis.
En las periodontitis, el tratamiento es más extenso y complejo. En primer lugar se realiza un detenido estudio preoperatorio de la encía que puede incluir radiografías, para valorar la situación antes de empezar el tratamiento. En algunas ocasiones podría ser necesaria la realización de algunas pruebas complementarias, como un estudio de las bacterias presentes en la encía.
Fuente: ABC